Creo que ante todo, hay que ser humilde y autocrítio. Quizás esa es la razón por la que siempre he odiado esos programas de talento – ya sean grastronómicos, musicales o de macramé- en los que un jurado implacable, que parece brindar por la antipatía y las caras de asco, se aposenta en su trono de “crítico de honor” para despedazar el trabajo que a alguien le ha costado tanto desarrollar. Cuando me propusieron participar como Jurado en la primera edición de Salón Look hace ya siete años, sentí una mezcla de ilusión, pero también muchos nervios. Si, nervios. Porque de pronto, mi decisión y visión como esteticista, podía contribuir a visibilizar el talento y aplaudir el trabajo de compañeras y compañeros. ¡Vaya responsabilidad!, pensé. Aunque ese momento queda ya lejos. Siete ediciones después, estoy más que familiarizada con los Premios que otorga IFEMA a esteticistas, peluqueros y comunicadores del sector. Y que cada año ganan más y más adeptos, notoriedad e importancia.
Sobre mis andanzas como jurado, reconozco que ese sentimiento de responsabilidad, ha ido virando hacia el “ojo crítico”, que como todo, se entrena. Más teniendo en cuenta el jurado de altura que conforma el comité: desde grandes periodistas especializados de este país como Teresa de La Cierva, Itziar Salcedo, Javier Guerrero o Beatriz Peña, a interioristas que hacen puro arte con el ambiente, como Cristina Huerta, peluqueros tan icónicos como Juan Miguel Vecina y personajes de la relevancia de Julia González o Charo Izquierdo. De todos he aprendido muchísimo ( y espero poder seguir haciéndolo).
La gala de este año, fue además especial por el lugar escogido; La sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes. Un espacio perfecto para aplaudir la excelencia de un mundo de vocación bella. De lo buenas y abundantes que fueron las candidaturas presentadas; la deliberación fue ajustada no, ajustadísima (es la parte compleja de señalar ganadores), y aunque al final conseguimos decidirnos, no fue fácil. Menos con nombres como TELVAo L’Oreal o Carmen Navarro entre la lista de posibles premiados.
Todos los galardones, fueron más que merecidos. Hubo risas, tensión y caras radiantes tras coronarse como los mejores de entre los mejores. Con una guapísima Laura Sánchez entregando los premios y caras tan icónicas del cine español como la de Maribel Verdú, que acompañó al escenario – junto con el resto del equipo de Belleza en Vena- a María Eugenia León cuando recibió el galardón a mejor Mejor Medio de Comunicación digital.
Momentos como el espontáneo discurso de Carmen Navarro, también galardonada, que no sabía que su equipo había presentado la candidatura, o la gran ovación al ver a Shangay alzándose como ganadores de Mejor Medio Offline (Compitiendo con grandes de la comunicación como TELVA o Belleza Capital de Katia Rocha) pusieron la guinda a una gala en la que estoy muy orgullosa de participar.
¡El próximo año, más y mejor!